Sus principales acuerdos fueron:
Inglaterra conserva Menorca y Gibraltar, ocupadas durante la guerra (cedidas por España), Nueva Escocia, la bahía de Hudson y Terranova (cedidas por Francia), la isla de Saint Kitts en el Caribe, el derecho de Asiento de negros (un monopolio de treinta años sobre el tráfico de esclavos negros con la América española) y el Navío de Permiso (concedidos por España).
Portugal obtiene la devolución de la Colonia del Sacramento (Uruguay), ocupada por España durante la guerra.
Austria obtiene los Países Bajos españoles, Milán, Nápoles y la Isla de Cerdeña (cedidos por España). El Archiduque Carlos de Austria, ahora emperador, renuncia a cualquier reclamación del trono español.
Felipe V obtiene el reconocimiento como rey de España por parte de todos los países firmantes en tanto que renuncia a cualquier derecho al trono francés,. Además, España conserva sus posesiones americanas y asiáticas.
La potencia más beneficiada con este Tratado fue Inglaterra que además de sus ganancias territoriales, obtuvo grandes ventajas económicas que le permitieron romper el monopolio comercial de España con sus colonias. Además, pudo contener las ambiciones territoriales y dinásticas de los borbónes franceses.